martes, 18 de septiembre de 2012

EN ANDALUCIA, PARECECE SER QUE ... SI

foto EUROPA PRESS - PROMAR



SEVILLA, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -    
   El Equipo de emergencias frente a varamientos de Andalucía ha registrado durante el pasado año 2011 el varamiento de 156 cetáceos y 218 tortugas marinas en las costas andaluzas, especialmente en el Golfo de Cádiz y el Mediterráneo occidental, donde se detectaron el mayor número de estos casos.
   Además, según el Informe Regional 2011 del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz, durante el 2011 se han registrado en Andalucía los varamientos de 156 cetáceos y 218 tortugas marinas. La costa del Golfo de Cádiz y del mediterráneo occidental han registrado un mayor número de varamientos, las tortugas marinas especialmente en el primer área, mientras que los cetáceos se han concentrado más en la segunda área descrita.
   Las provincias que mayor registro presentan desde 2008 son "siempre" Málaga, con un total de 240; y Cádiz, con 201. Por su parte, en Huelva se llegan a duplicar en este periodo. Además, Málaga refleja un incremento en los últimos años, al contrario que Granada que desciende un 22 por ciento. Por último, en Almería también se aprecia un descenso del 48 por ciento
   El Servicio de Emergencia frente a Varamientos, iniciado en el último cuatrimestre del año 2007, tiene como objeto la atención de incidencias de varamientos en las playas andaluzas y, en caso de que sea recomendable, el tratamiento y recuperación de ejemplares para su posterior liberación al medio natural.
   El seguimiento del servicio facilita a su vez una "valiosa" información sobre el posible incremento de varamientos de delfines listados y calderones comunes, como consecuencia de la aparición de la epizootía ocasionada por 'Morbillivirus'. El análisis de la tendencia de las incidencias permitirá aumentar la capacidad de reacción de la Administración pública facilitando, si fuera necesario, la planificación "rápida y eficaz" de medidas de emergencia.
   El Servicio está operativo los 365 días del año. Los varamientos se atienden siguiendo un estricto protocolo de actuación. En caso de que el animal esté vivo se intentará siempre que sea posible, su recuperación por parte de equipos veterinarios especializados, y posterior liberación al medio natural. En caso de que el animal esté muerto se tomarán, si el estado de conservación lo permite, una serie de datos que incluyen datos biológicos y biométricos, se realiza además una necropsia y los análisis complementarios pertinentes destinados a establecer la causa de muerte.

EL QUE MÁS SUFRE, EL DELFÍN LISTADO

   Por otro lado, la Consejería señala que, atendiendo a las especies cetáceos varadas, las que sufren más estos episodios son el delfín listado, con el 39 por ciento de los casos desde 2008; el cual percibe un descenso del 58,5 por ciento con respecto al 2008; el delfín común, con el 24,7 por ciento; los delfínidos no identificados por el avanzado estado de descomposición que presentaron, con un 15,5 por ciento; y el delfín mular, con una 8,1 por ciento. Se han registrado también varamientos de especies menos frecuentes como el zifio común, el rorcual aliblanco y el cachalote.
   Respecto a las tortugas, la especie mayoritaria siempre es la boba, con un 92 por ciento; seguida de la tortuga laúd, con 6,85 por ciento; y mucho menos frecuente, pues sólo se registró un caso de una tortuga golfina en 2008 y otro de una tortuga verde en 2009.
   En cuanto al seguimiento sanitario, se realizaron un total de 207 necropsias a cetáceos desde el 2008. Las causas de origen natural fueron las más comunes con el 49 por ciento de los casos, seguida de las "desconocidas", con el 35 por ciento; y las "antropogénicas", con el 16 por ciento, lo que supone un porcentaje "considerable que no debe subestimarse, ya que por ejemplo en el caso del delfín común, durante el 2011, de los 16 ejemplares muestreados seis de ellos murieron por interacción con pesca/captura accidental", lo que supone el 37,5 por ciento del total para dicho año.
   De estos seis casos, cinco de ellos fueron hallados en la costa malagueña, más concretamente entre Málaga capital y Benalmádena, por lo que habría que prestar especial atención a esta área.

MUERTE NATURAL POR INFECCIONES

   Dentro de las causas de muerte natural están los posibles agentes infecciosos --bacterias, virus, hongos--, interacción inter-intraespecífica (interacciones entre individuos de diferente o de la misma especie con desenlace fatal), o patología neonatal-perinatal frecuentemente por separación materna.
   Las necropsias fueron completadas con el estudio histopatológico llevado a cabo, por primera vez este año, por el Instituto Universitario de Sanidad y Seguridad Alimentaria de la Facultad Veterinaria de Las Palmas de Gran Canaria.
   De los 14 ejemplares analizados para 'Morbillivirus' durante el  2011, todos resultaron negativos. En relación al PPVE, desde su puesta en marcha se han tomado muestras en un total de 33 ejemplares, en concreto, de nueve tortugas y 24 delfines listados.
   En esta línea, cabe destacar además la necropsia de otro ejemplar de Caretta caretta que apareció varado muerto y petroleado, tras el incendio de los depósitos de combustible en Gibraltar, pudiéndose descartar la muerte por petroleamiento, siendo la causa de muerte más probable la de una interacción con embarcación, con seguridad con una hélice.
   Durante el 2011 ingresaron ocho tortugas vivas, si bien tres murieron dentro de las 48 horas siguientes al varamiento ya que presentaban un estado crítico de salud; tres fueron recuperadas y liberadas junto a otros ocho individuos de años anteriores. Permanecen ingresados dos ejemplares de 2011 y uno del año anterior.
   Respecto a los cetáceos, ocho individuos vararon vivos, de los cuales sólo tres fueron ingresados aunque finalmente su recuperación no fue posible.

LAS CAPTURAS ACCIDENTALES, "UNA AMENAZA"

   Por todo ello, el Informe Regional del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz, en su diagnóstico de la situación, señala que las capturas accidentales parecen constituir una amenaza sobre todo para el delfín común, el delfín listado, el delfín mular y la tortuga boba, todas ellas incluidas en la categoría de especies amenazadas de los catálogos español y andaluz.
   Especial atención merece, según el Informe 2011, el delfín común, ya que los resultados de las necropsias los últimos años muestran un porcentaje importante por esta causa, que además parecen concentrarse en una zona concreta del litoral malagueño.
   De otro lado, apunta que, aunque los resultados para el "Morbilivirus' hayan dado negativo durante el año 2011, se trata de un virus que sigue presente en el Mediterráneo, por lo que para poder seguir estudiando su evolución es importante seguir recuperando las carcasas de los animales varados y realizar su necropsia y analíticas pertinentes.
   Por último, indica que la media de varamientos que se registran a lo largo de la costa andaluza anualmente son de 175 para los cetáceos y de 164 par las tortugas marinas, cifras "importantes y muy representativas" de la relevancia del seguimiento tanto sanitario como biológico de dichas especies en el litoral andaluz.