Sin rumbo, enfermo y muy debilitado. Así se encontraba el ejemplar de delfín listado que fue encontrado ayer por la mañana por agentes de la Policía Local de Benidorm varado a escasos metros de la orilla de Levante. El animal, de unos cien kilogramos de peso y de entre 1,80 y 2 metros de longitud, nadó hacia la costa probablemente para morir. Y, aunque durante más de dos horas biólogos, veterinarios, policías y voluntarios trataron de recuperarlo, acabó falleciendo cuando era trasladado hasta el parque Oceanogràfic de Valencia para hacer un mejor seguimiento de su recuperación.
El delfín fue avistado pasadas las ocho de la mañana por el grupo Subacuático de la Policía Local. Según señalaron fuentes que participaron en las labores de rescate, estaba desorientado y muy débil. Apenas presentaba heridas o signos externos que pudieran llevar a pensar que hubiera chocado con un barco o que pudiera haber sido agredido por un hombre u otro animal marino, así que las primeras hipótesis, según señalaron estas mismas fuentes, llevaron a pensar que podría padecer una enfermedad provocada por el morbillivirus, un virus que ataca a los cetáceos y que se asemeja en un 60 % al del sarampión.
Tras avistar al animal, los agentes intentaron llevarlo mar adentro creyendo que podría reorientarse, pero al comprobar que presentaba síntomas de agotamiento, dieron el aviso para que se activara el protocolo habitual fijado por la Generalitat para casos de varamiento. Hasta la playa se acercaron miembros del equipo de especialistas del delfinario de Mundomar, que asistieron en un primer momento al delfín, tomándole muestras de sangre y suministrándole un tranquilizante y corticoides para "intentar aportarle energía", según explicó Carlos Barros, uno de los veterinarios del parque. También se desplazó personal del Oceanogràfic y voluntarios de la ONG Ibbio, con el fin de colaborar en su recuperación.
Durante todo el proceso, en la playa se concentraron también numerosos vecinos y turistas para observar al delfín. No en vano, pese a que en la bahía sí es frecuente avistar grupos de cetáceos nadando, no lo es tanto el hecho de que alguno de ellos acabe varando en la costa. La última vez en que se produjo un caso similar en Benidorm fue en el año 2006, mientras que en septiembre de 2011 también se localizó una cría de calderón gris en estado de descomposición, según señalaron ayer desde el departamento municipal de Playas y Medio Ambiente.
Tras certificar su muerte, el animal fue trasladado hasta el Instituto Cavanilles de Valencia, donde se le practicará una necropsia para descubrir qué se la causó.
El delfín fue avistado pasadas las ocho de la mañana por el grupo Subacuático de la Policía Local. Según señalaron fuentes que participaron en las labores de rescate, estaba desorientado y muy débil. Apenas presentaba heridas o signos externos que pudieran llevar a pensar que hubiera chocado con un barco o que pudiera haber sido agredido por un hombre u otro animal marino, así que las primeras hipótesis, según señalaron estas mismas fuentes, llevaron a pensar que podría padecer una enfermedad provocada por el morbillivirus, un virus que ataca a los cetáceos y que se asemeja en un 60 % al del sarampión.
Tras avistar al animal, los agentes intentaron llevarlo mar adentro creyendo que podría reorientarse, pero al comprobar que presentaba síntomas de agotamiento, dieron el aviso para que se activara el protocolo habitual fijado por la Generalitat para casos de varamiento. Hasta la playa se acercaron miembros del equipo de especialistas del delfinario de Mundomar, que asistieron en un primer momento al delfín, tomándole muestras de sangre y suministrándole un tranquilizante y corticoides para "intentar aportarle energía", según explicó Carlos Barros, uno de los veterinarios del parque. También se desplazó personal del Oceanogràfic y voluntarios de la ONG Ibbio, con el fin de colaborar en su recuperación.
Durante todo el proceso, en la playa se concentraron también numerosos vecinos y turistas para observar al delfín. No en vano, pese a que en la bahía sí es frecuente avistar grupos de cetáceos nadando, no lo es tanto el hecho de que alguno de ellos acabe varando en la costa. La última vez en que se produjo un caso similar en Benidorm fue en el año 2006, mientras que en septiembre de 2011 también se localizó una cría de calderón gris en estado de descomposición, según señalaron ayer desde el departamento municipal de Playas y Medio Ambiente.
Tras certificar su muerte, el animal fue trasladado hasta el Instituto Cavanilles de Valencia, donde se le practicará una necropsia para descubrir qué se la causó.