Un informe alerta del impacto humano en la mortandad de cetáceos y tortugas
Sevilla, 24 ago (EFE).- El último informe del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz, correspondiente a 2012 y al que ha tenido acceso la Agencia Efe, alerta del impacto de las causas humanas, especialmente la pesca, en la mortandad de cetáceos y tortugas marinas en Andalucía.
Este informe de la Junta de Andalucía, que no incluye datos del litoral almeriense del año pasado, indica que un 16 por ciento de las 232 necropsias realizadas a cetáceos en Andalucía desde 2008 hasta 2012 confirmaron que su muerte se debió a causas humanas, porcentaje que aumenta hasta el 55 por ciento en el caso de las tortugas marinas ingresadas en centros de recuperación.
"Las capturas accidentales parecen constituir una amenaza sobre todo para el delfín común, el delfín listado, el delfín mular y la tortuga boba, todas ellas especies amenazadas; especial atención merece el delfín común ya que los resultados de las necropsias realizadas los últimos años muestran un porcentaje importante por esta causa (el 33 por ciento entre 2008 y 2012), que además parecen concentrarse en una zona concreta del litoral malagueño", destaca este estudio.
Este anuario advierte de que el 16 por ciento de muertes de cetáceos achacadas a causas humanas supone "un porcentaje considerable que no debe subestimarse" pues en el caso del delfín común, de los 5 ejemplares necropsiados en 2012, tres murieron por interacción con pesca o por captura accidental, lo que supone el sesenta por ciento del total de muertes esclarecidas en 2012.
Además del 16 por ciento de cetáceos muertos por causas humanas, otro 49 por ciento lo fueron por causa natural; un 32 por ciento, de origen desconocida, según las necropsias, y el 3 por ciento restante se sigue investigando.
En el caso de las tortugas se indica que un 55 por ciento de los ejemplares muertos lo fueron por la gravedad de lesiones causadas por los efectos de la acción del hombre, como el enmallamiento con artes de pesca, con un 41 por ciento, la interacción con hélices de embarcaciones o amputación de aletas, con otro 11 por ciento o la ingestión de anzuelos, con un 3 por ciento.
"Los resultados demuestran el importante impacto que la actividad humana provoca en esta especie y que desgraciadamente la gran mayoría de las tortugas afectadas no llegan a ser atendidas con vida", señala este anuario.
Otro 18 por ciento de tortugas fallecieron por debilidad e hipotermia y un 11 por ciento más, por problemas de flotabilidad.
Respecto a los varamientos de cetáceos, el año pasado se contabilizaron 81 casos de cetáceos y 103 de tortugas marinas lo que supuso una notable reducción del 50 por ciento con respecto al año anterior cuyas causas se investigan.
La costa del Golfo de Cádiz y del mediterráneo occidental registraron un mayor número de varamientos, mientras las tortugas marinas aparecieron especialmente en la primera área, el mayor número de cetáceos varados se concentró en la costa mediterránea.
Las especies de cetáceos varadas con más frecuencia son el delfín listado, con el 41 por ciento de los casos, seguido del delfín común, con el 23 por ciento de los varamientos y el delfín mular, con otro 8 por ciento.
El informe matiza que un 16 por ciento de delfínidos analizados se encontraban en tan avanzado estado de descomposición que no pudieron ser identificados, aunque eran delfines listados o comunes.
El año pasado destacó el varamiento de una madre y una cría de zifio de Gervais en la playa del Montijo en Chipiona (Cádiz).
Respecto al varamiento de tortugas marinas, la especie mayoritaria siempre es la tortuga boba, con el 93 por ciento de los casos, seguida de la tortuga laúd, con el siete por ciento restante.
Entre 2008 y 2012 ingresaron 61 tortugas marinas vivas en los centros de la Junta de Andalucía, que lograron un éxito de recuperación del 77 por ciento; otro 21 por ciento fallecieron y el resto aún sigue ingresadas, "con un pronóstico muy favorable para su próxima reintroducción".
fuente: lainformación.com
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